La que se avecina”: una realidad de las comunidades de propietarios en 2022.

Las reuniones presenciales volverán este año, y tendremos que preparar la transición a los contadores de calor individuales y solicitar subvenciones para la eficiencia.

Llegar a presidir una comunidad de vecinos nunca ha sido fácil, con la necesidad de reformar y hacer frente a los atrasos en las contribuciones de los propietarios, pero este año, con la nueva normativa de gestión de residuos, la obligación de instalar contadores individuales de calefacción, además de la posibilidad de solicitar diversas ayudas a la eficiencia energética, y la vuelta de las reuniones presenciales Es un panorama más complejo.

La situación financiera es difícil. En el pasado, las asociaciones de inquilinos se han enfrentado a menudo a problemas financieros debido a la necesidad de ciertas reformas y gastos de emergencia, así como a la morosidad o el impago de algunos propietarios, pero este año, debido a la reducción de los ingresos y al aumento de la inflación durante lo peor del coronavirus, el poder adquisitivo de los residentes se ha reducido, y esto se ha concentrad

o en las facturas de energía. La situación se ha complicado aún más al concentrarse y afectar a la propia comunidad. Además, muchas personas están sufriendo retrasos y un aumento de los no pagadores, es decir, un incremento gradual del número de pagos dependientes, algunos de los cuales son anteriores al inicio de la pandemia.

Las reuniones presenciales vuelven. El año nuevo supone la vuelta a las reuniones presenciales. El 1 de enero del año pasado se derogó el Real Decreto Ley 8/2021 de 4 de mayo, un potencial polvorín tras casi dos años de reuniones virtuales. El 8/2021 de 4 de mayo puso fin a las reuniones presenciales periódicas de los propietarios en favor de las reuniones telemáticas o algo así sin presencialidad, pero fue derogado el 1 de enero. Sin embargo, debido al gran número de casos de infecciones por coronavirus en las últimas semanas, los expertos recomiendan una serie de medidas de seguridad, como reducir la duración de las reuniones y el número de participantes, evitar asistir a los actos si se presentan síntomas, celebrar las reuniones en salas grandes y bien ventiladas y mantener una distancia de seguridad. Cuando se hable, utilice una máscara de tipo FPP2 si es posible. Si es posible, procure que los participantes permanezcan sentados durante toda la reunión. También se podría considerar el uso continuado de sistemas telemáticos para las reuniones y el voto por correo para fomentar la no asistencia de los residentes infectados, así como la ampliación más allá de los coronavirus para proporcionar flexibilidad para futuras reuniones.

Ley de Residuos y Suelos Contaminados. El 23 de diciembre, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Esta ordenanza se centra en la detección y eliminación del amianto en los edificios públicos, pero también puede incentivar la eliminación del amianto en las zonas vecinas. La ordenanza exige la creación de un «mapa de amianto» de los edificios públicos que contienen amianto y establece un calendario para la eliminación de este en el plazo de un año. Esto puede ser una advertencia o una precaución para que la comunidad de propietarios pueda revisar las instalaciones antiguas y detectar la presencia del mineral. El uso de este material está prohibido en España desde 2002 debido a las evidencias científicas que demuestran que la exposición al mismo aumenta el riesgo de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, laringe y mesotelioma, explicó Amisur. El material se utiliza en las cubiertas, los ascensores y el aislamiento de Uralite.

Instalación de contadores individuales de calefacción El Real Decreto de 4 de agosto de 2020 se aprobó  por el que se regula la instalación de contadores individuales en los edificios con sistemas centrales de calefacción y refrigeración construidos antes de 1998, año en el que se aprobó el «Reglamento de sistemas de calefacción en los edificios». Este decreto pretende reducir el uso ineficiente de la energía, que ha sido a menudo el caso. La calefacción central se ha vuelto inútil. También aumenta el uso de calefactores eléctricos, ya que pueden no ser suficientes para algunas viviendas que faltan. Sin embargo, hay algunas advertencias: todos los edificios deben tener instalados estos contadores individuales antes del 1 de mayo de 2023, por lo que este es un año crucial para su introducción.

Subvenciones a la eficiencia energética. El Real Decreto de 5 de octubre de 2020 sobre medidas de transición energética permite a las comunidades de propietarios realizar obras de rehabilitación energética en los edificios hasta finales de 2023 para reducir el consumo de energía en un 30% o entrar en la categoría A o B, con una deducción del 60% Esto ya se puede hacer. El importe de la deducción se ha incrementado a 5.000 euros anuales, hasta un total de 15.000 euros. Además, el Decreto permite la aprobación de estas acciones de ahorro energético en las localidades vecinas por mayoría simple de votos. Es lo mismo que ocurre cuando se discuten y aprueban otras intervenciones típicas, como la instalación de ascensores o la mejora de la accesibilidad de los edificios. El plazo máximo para iniciar la rehabilitación de edificios y viviendas con estas ayudas es el 31 de diciembre de 2022, y dados los actuales retrasos en la construcción, las comunidades deben darse prisa.

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